Monday, April 25, 2011

Una Selva de Espejos

“¿Alguna vez te has sentido como un ratoncito sobre una de esas pequeñas ruedas, haciendo eso día tras día?”

“Créeme, tal por cual [palabra altisonante], esta no es la única ocasión en la que me siento como un ratón durante un día promedio,” contesté, intentando no gastar mi aliento. Mi amigo Prieto, que en ese momento estaba corriendo alrededor de la jaula de recreación adyacente, jadeaba pesadamente. El aire húmedo nos estaba afectando a los dos; tan denso, que se sentía como si estuviéramos intentando tragar pegamento. Sin embargo, ciertamente no estaba equivocado en cuanto a la parte del ratón: correr en pequeños círculos, frecuentemente ha traído a mi memoria los roedores con ojos saltones de bicho y las ruedas de plástico de colores brillantes. Con excepción, cuando pasaba por la tienda de animales en el centro comercial y pausaba para observar a los pequeños bichos jugando, siempre parecían estar ensimismados en un singular deleite. Martilleando el cemento en esta atrofiante humedad de primavera de Texas se asemejaba más a castigo auto-infligido. Deseaba preguntarle si se suponía debía estar a estos malditos 90 grados farenheit tan apenas entrado el año, pero el esfuerzo parecía demasiado grande para hacer preguntas tan retóricas, y me tragué las palabras, intentando simplemente perder noción de mi persona durante sesenta minutos.

LA CORTE: “Sheriff, entiendo que hemos recibido recado del jurado de que han llegado a un veredicto.”

ALGUACIL: “Si, señor, han anunciado un veredicto.”

LA CORTE: “Bien, hágalos pasar.”

(entra el jurado)

LA CORTE: “Favor de tomar asiento. Damas y caballeros, ¿han alcanzado un veredicto?”

PRESIDENTE DEL JURADO: “Sí, su Señoría, lo hemos hecho.”

ALGUACIL: “Acusado, favor de ponerse de pie.”


El sonido del cancel del área de recreación abriéndose causó que entreabriera mis ojos. Dos oficiales vestidos en gris salieron rápidamente, sonriéndome con satisfacción hacia donde me encontraba postrado sobre el concreto en la sombra, visiblemente desgastado.

“Ey, Whitaker, tienes visita de abogado.”

¡Perfecto! Estaba vestido únicamente con mis bóxers, bañado de sudor, y gracias a la nueva política de rastrillos, no se me había permitido rasurarme en cuatro días. En resúmen, parecía como si recién hubiera salido a gatas de por debajo de un puente, y ahora tendría que sentarme enfrente de un hombre cuyo trabajo era salvar mi vida. Cualquiera que les diga que las apariencias personales no tienen importancia en este juego, vive en un mundo de fantasía.

“Bien, bien, ya voy,” refunfuñé mientras me desnudaba para pasar por la revisión rutinaria y obligatoria al salir del patio de recreación.

“Pero primero tengo que ir a mi celda para recoger mis cosas legales.”

Y un rápido baño de pájaro, pensé, aunque esta parte permaneció dentro de mí mente, por si llegaran a cambiar de opinión sobre permitirme la desviación.

Algunos de los prisioneros en este lugar parecen gozar tomarse un largo tiempo preparándose para una visita. Piensan que, hacer que dos oficiales esperen mientras que ellos se peinan excesivamente o se lavan los dientes, en cierta forma les inviste de poder. Deben saber que otros prisioneros están esperando a este mismo par de oficiales para conducirlos de o al lugar de visitas o a la enfermería, pero esto no parece importarles. Sigo con la esperanza de ver algún tipo de cohesión entre los hombres de este lugar, pero esta esperanza es eternamente vendida en bolsas de orégano, a 80 dólares en callejones oscuros. Lo más rápido que me fue posible, me limpié con mi toalla, me puse una playera fresca, embarré un poco de desodorante, y lavé mis dientes. Junté mi “kit de arranque” de suministros legales que siempre tengo listos por cualquier visita sorpresa, y yendo hacia la puerta me puse una de esas muestras de colonia que viene anexas como promoción en las revistas. Claro, tu visita no puede olerte a través del vidrio, pero siempre he sentido vital mantener ciertos niveles de higiene personal, aún cuando nadie lo nota. Es una tontería, lo sé. Pero en este lugar uno se convierte en animal mucho más rápido que cualquiera lo pueda imaginar.

LA CORTE: “Deje que el registro refleje que estamos con el Caso No. 42,969, El Estado de Texas vs. Thomas Bartlett Whitaker. El jurado se encuentra presente. El Estado se encuentra presente. El acusado se encuentra presente en persona y con abogado. He recibido los cargos de la Corte en cuanto a castigos por parte del jurado. Leeré la respuesta del jurado.”

Asunto No. 1 – “A partir de la evidencia indubitable, ¿encuentran ustedes que existe la probabilidad que el Acusado llevaría a cabo acciones criminales de violencia que constituirían una continua amenaza para la sociedad?”

Respuesta: “Sí”

¡BAM! ¡BAM! La entrada posterior a la sección de visitas del Edificio 1 es – como el resto de las puertas aquí en el Chateau D’If – errr - Unidad Polunsky, de acero sólido. A fin de captar la atención del oficial que trabaja dentro de la sección, uno debe anunciarse formalmente golpeando la puerta en forma educada o con fuerza, dependiendo de las actitudes y humor del día. Hoy, obviamente, era uno de los días de esto último para el equipo de escolta. Eventualmente se le concede acceso a uno, aunque puede tomar tiempo en días ocupados. La pared sólida de aire frígido que lo asalta a uno al entrar al Edificio 1 es uno de los mejores momentos de mi mes; casi se siente como si unos dedos acariciaran suavemente la mejilla de uno. Un Imperativo Categórico Penal: Cualquiera que encontrase las oficinas de vuestro alcaide, igualmente encontrará un impresionante sistema de aire acondicionado.

Asunto No. 2 – “¿Encuentran, a partir de la evidencia indubitable, que el Acusado en efecto causó la muerte de los difuntos, o en efecto no causó la muerte de los difuntos, pero tuvo toda intención de matar a los difuntos o a otro, o anticipó que sería tomada una vida humana? Se les instruye que al contestar este asunto, solo se puede considerar la conducta del Acusado, y que las instrucciones concernientes a la ley de cómplices que se les proporcionó anteriormente a esto ahora no podrá ser usada para contestar este asunto.”

Respuesta: “Sí.”


Las visitas de abogado se llevan a cabo en una serie separada de jaulas a las de visitas regulares, (supuestamente) diseñadas con teléfonos que no pueden ser monitoreados por las Autoridades. Estaba contento de, por fin, tener una plática con mi abogado, ya que la fecha límite para mi apelación final estaba rápidamente llegando y aún no había habido una conversación substancial sobre ninguna cosa. Al abrirse la penúltima puerta ante mí, agarre fuerzas para la experiencia.

En vez de ello, me encontré a dos jóvenes adultos que me miraban fijamente a través del vidrio. Rápidamente voltee hacia los oficiales, “Este… yo soy Whitaker. ¿Están seguros que me están poniendo en el lugar correcto?”

El gendarme rápidamente revisó los documentos y confirmó que me estaba reuniendo con las personas correctas, por lo tanto, simplemente levanté los hombros y entré al cubículo. Mientras que la puerta se sellaba tras de mí y me quitaban las esposas, me puse a estudiar al par sentado frente a mí.

Los dos estaban en la mitad de la segunda década de vida, el varón pareciendo ser un cuanto menor que la hembra. Él se veía pulcro y almidonado, y cortés, portando una camisa bonita con botones y pantalón de mezclilla; ella era bonita y güera, una combinación que probablemente le hubiera causado no pocas dificultades si la hubiera conocido anteriormente en un bar…todo esto. Un sentimiento de vértigo me asaltó mientras meditaba en el abismo que ahora nos separaba, pero pude hacer esto a un lado en forma rápida, recobrando el control. Sonreí mientras levantaba la bocina del teléfono y la limpiaba con mi toalla de mano.

Asunto No. 3 – “¿Encuentran, a partir de la evidencia, tomando en consideración toda la evidencia, incluyendo las circunstancias de la ofensa, el carácter y trasfondo del Acusado, y la culpabilidad personal moral del Acusado, que existe suficiente circunstancia mitigante o circunstancias que justifiquen que vida…significando una sentencia de vida en prisión, sea impuesta en vez de sentencia de muerte? Se les instruye que al contestar este asunto, deberán contestar sí o no. No pueden contestar este asunto como “no”, a solo que todo el jurado esté de acuerdo en forma unánime, y no pueden contestar “sí” a solo que diez o más miembros del jurado estén de acuerdo. No es necesario que el jurado esté de acuerdo sobre qué parte de la evidencia en particular apoya un hallazgo afirmativo sobre este asunto. El jurado deberá considerar una evidencia mitigante ser evidencia que un miembro del jurado pueda considerar poder reducir el aspecto moral de reprochabilidad del acusado.”

Respuesta: “No”.


Él habló primero.

“Sr. Whitaker, me llamo Michael y ella es Christine, y somos estudiantes de leyes con el Departamento de Seguridad de Texas.” (los nombres han sido alterados para proteger la identidad real.)

Ah, en ocasiones había yo escuchado que estudiantes de la clase del Dr. Dow de la Universidad de Houston venían a Livingston para adquirir sus primeras Experiencias del Pabellón de la Muerte. Escuchar esto, repentinamente me hizo sentir muy viejo. ¿Estos dos eran estudiantes de leyes? No se veían de suficiente edad para permitírseles entrar a una película con restricciones de admisión sin tener consentimiento de los padres. Simplemente el verlos daba la sensación de tomar un clavado de cisne dentro de un arroyuelo limpio de montaña, como si nunca en sus vidas hubieran deseado dar un golpe a alguien en su cara, o tener sexo en el asiento trasero de una van con espacio reducido. Me sentí…paternal. Protector. Los dioses me ayuden, pero me sentí como un guía de turistas.

“Nosotros, el jurado, habiendo contestado los asuntos precedentes, regresamos las mismas dentro de la corte como nuestro veredicto.” Y se encuentra firmado como Jurado Presidente-.”

“Damas y caballeros del jurado, ¿es éste un veredicto unánime?”

JURADO: “Sí”

LA CORTE: “Si es así, quisiera que cada uno de ustedes levante la mano derecha indicando que éste es su veredicto.”

(todas las manos se levantan)

LA CORTE: “Que se refleje en el registro que todas las manos han sido levantadas.”


Se hizo bastante obvio que el Dr. Dow no toleraba tontos en su programa. Estos dos eran brillantes, intuitivos. Nunca antes habían estado en el Pabellón de la Muerte, y era muy probable que éste sería su único viaje. Estaban allí para verme a mí y a otro de los prisioneros, un hombre que yo conocía como un ligero busca-problemas. Se me vino a la mente que las fotografías mentales que fueran tomadas de mi persona probablemente se les quedarían como un templete para cualquier pensamiento futuro en cuanto a prisioneros del Pabellón de la Muerte, y esto me llevó a sentarme más derecho, corrigiendo mi postura. Puse mucho esfuerzo en el intento de que se sintieran cómodos, y en tanto, encontré una tranquilidad que generalmente me elude. Ellos tenían personalidad contagiosa; sonreían, y yo sonreía. ¡Cuán rápidamente se olvida cómo se siente verdadera interacción humana!

LA CORTE: “Thomas Bartlett Whitaker, antes que yo pronuncie cualquier sentencia, tal como lo requiere la ley en este caso, permítame informarle que se encuentra bajo la Ley de Texas, específicamente bajo la disposición del Artículo 37.07 (1) del Proceso Criminal del Código de Texas, el juicio de condena y sentencia de muerte que es mandado por el veredicto del jurado estará sujeto a revisión automática por la Corte de Apelaciones Criminales de Texas. Bajo las disposiciones de ley, esa revisión automática y apelación a la Corte de Apelaciones Criminales de Texas será de acuerdo con su mandato en cuanto a la transcripción, la declaración de hechos que se está preparando, recopilado y certificado por la corte y enviado a ellos para darle atención, el informe entregado por el abogado, y cualquier argumento que deseen presentar en conexión con su determinación en cuanto al decoro del los procedimientos que han transpirado en este lugar durante el juicio. Dicha revisión por la Corte de Apelaciones Criminales de Texas es un mandato de la ley de Texas, y esa apelación tiene prioridad sobre otros casos que se escuchan de acuerdo con las reglas locales prescritas por la Corte de Apelaciones Criminales de Texas. Usted necesita ser informado de ese derecho de apelación; ese derecho de apelación obligatoria.”


Christine cometió el error de referir un patrón de pensamiento como “Tolstoyano”, causando que la conversación tomara un desvío grande del camino. No es un día promedio para mí, cuando puedo hablar sobre Doestoevsky o Bonhoeffer o Jorge Luis Borges y que la otra personal realmente participe en la conversación, en vez de mirarme como si acabara de arrastrarme afuera de un hoyo en la tierra. Cuando Michael construyó un puente sobre una laguna de lógica, e hizo referencia a la Oresteia, casi suelto el llanto. Me imagino que uno no necesita alimento intelectual para poder sobrevivir, pero el abismo entre sobrevivencia y realmente vivir abarca una distancia más allá de mi habilidad de palabras para poderlo describir.

LA CORTE: “Permítame también decirle que tiene el derecho a un abogado designado por la corte para representarlo durante el proceso mandatorio de apelación. Puede usted contratar a su propio abogado – en otras palabras, puede conservar un abogado que lo represente, si así lo desea. Sin embargo, si desea un abogado designado por la corte, o si no conserva un abogado que lo represente, entonces yo mismo designaré un abogado que lo represente para esta apelación a la Corte de Apelaciones Criminales de Texas basándome en el juicio y sentencia de esta corte. No tiene que tomar una decisión en este momento. Más tarde le explicaré la manera y el método para notificarme sobre su petición de un abogado designado por la corte, si así lo desea.

¿Le han quedado claros los derechos que le he explicado con relación a su apelación obligatoria?”

EL ACUSADO: “Sí, señor.”


Claro, hablamos sobre mi página web, y reconocí que me sentía mayormente apenado por las cosas que he escrito. Siempre sentí que tenía buenas intenciones para esta cosa, pero por alguna razón nunca pareció producir los efectos que había esperado. Christine correctamente hizo la conjetura que me ayudaba a llenar mi necesidad de querer cambiar el mundo hacia uno mejor. Estaba mucho más en lo cierto de lo que se podía imaginar: Mucho de lo que hago hoy en día puede describirse como mi intento de no irme en forma callada adentro de esas buenas noches.

Normalmente no soy un gran platicador. Prefiero sentarme y escuchar a la gente, para ver cómo piensan. Pero de alguna forma, el deseo de ayudarles a sentirse relajados se unió con mi intención de ser el mejor ejemplo posible de un delincuente en el Pabellón de la Muerte con pensamiento positivo. Encima de ese revoltijo confuso de emociones se encontraba algún tipo de intoxicación preparatoriana que recibí por una sobre-estimulación intelectual, y repentinamente tuve un caso cercano de diarrea crónica verbal. Hablé sobre mis estudios, y la forma en que encontré una universidad dispuesta a permitir que trabajara en mi grado de Maestría con ellos el año próximo, y tal vez aún mi doctorado si mis calificaciones fueran ejemplares. Hablé sobre la ética y el crimen y la vida en el infierno. Hablé, y hablé y hablé, y después me cambié de posición en mi asiento y divisé mi reflejo en la ventana, causando, en forma instantánea, que la alfombra fuera jalada de debajo de mis pies.

LA CORTE: “Entendiendo que existe una apelación obligatoria y entendiendo que cualquier pronunciamiento formal de sentencia por medio de esta Corte en este día no incluirá una fecha impuesta para ejecución, sin embargo la Corte se informará para que yo pueda someter un juicio y una sentencia que estarán sujetas a apelación y sujetas a revisión y deberá formar parte del registro en este caso. Por parte del Estado de Texas, ¿existe algo que desea decir antes que la Corte proceda en pronunciar la sentencia?”

SR. FELCMAN: “No, señor.”


¿Qué era esto? Estaba actuando como un perrito, entusiasta por complacer, muriéndome por entablar una conversación, estirándome, estirándome, aferrándome a su luz. Su aprobación. Su aceptación. Solo me tomó un segundo llegar a esta conclusión, pero una vez que llegué a este punto, me volví a acomodar en mi silla, y les permití que ellos guiaran en la conversación. Creo que notaron esto, pero no puedo estar seguro. Si es verdad lo que los novelistas escriben, entonces me imagino que cierta luz había escapado de mis ojos. Yo estaba presente, cordial, pero en realidad no podía quitar la mirada de mi reflejo en el vidrio, sobrepuesto encima del reflejo de los dos de ellos, reflejos tan parecidos, tan eternamente divididos.

¿Es verdad? ¿Es eso de lo que se trata todo esto? ¿Las seis a ocho horas al día que paso en mis clases? ¿Los artículos en los que me esclavizo escribiendo, las cartas, los 1983; es todo simplemente un intento torpe para trepar de nuevo hacia el mundo en que estos dos habitan? En un tiempo me parecía a ellos, y ahora no me parezco. Me hablan con bondad, pero de seguro no están bajo ninguna ilusión en cuanto a la distancia entre nosotros. De seguro debo ser una broma para ellos, un simulacro que quiere ser real, el sueño de cada títere. Ese vidrio tiene un grosor de menos de una pulgada, pero representa una división que nunca puedo atravesar.

LA CORTE: “Sr. Whitaker, antes que pronuncie cualquier sentencia,¿ hay alguna cosa que le gustaría decirle a esta Corte antes que yo pronuncie la sentencia?”

EL ACUSADO: “No, señor.”


¿Cuántas veces lo he dicho? En cartas, en artículos: No creo en la redención de los prisioneros a los ojos de la sociedad Americana. Nunca sucede. No somos gente que cree en el perdón, no importando lo que los fatigados sacerdotes puedan decir. Yo: “No existe perdón en los cielos, solo en el corazón del humano.” Y más de mí:… “Si intentan expresar en un foro público su arrepentimiento y vergüenza y tristeza sobre las decisiones que los colocaron en este lugar, asegúrense de entender, desde el principio, que van a convencer y agradar precisamente a nadie.” Digo estas cosas todo el tiempo. “La esperanza es el producto de una mente débil.” No existe destino que no puede ser superado por desdén. “Oooh, véanmne a mí, miren lo post-moderno que soy, tan petulante, tan cómodo en mi cobija de hastío, mi crudeza. ¡Qué tan malditamente existencialista que soy! Puedo recitar a Camus mientras hablaba acerca de Sisyphus: ¿no soy maravilloso? Ahora, dénme una estrella dorada, por favor.

Vean la forma en que me cansé de decir “guardia” y “oficial”, por lo tanto aventé la palabra “gendarme” dentro de la mezcla simplemente porque así quise; vean cómo usé el “imperativo categórico” ¿para mostrar que he leído a Kant? Ahora, por favor, denme una palmadita en la cabeza, háganme caso, díganme que las cosas van a estar bien, que mi mundo de destrozoretorcidoy corrompidoconácido realmente no es fatal, que no soy simplemente un fantasma flotando sobre mi destrozado cuerpo que es observado por el personal de emergencias. Por favor. Cualquier persona. Sálvenme. Por favor.

LA CORTE: “Está bien. Entonces, entendiendo que va a haber una apelación obligatoria, y entendiendo que, aunque la Corte, en este día, pronuncia formalmente sentencia, que no fijaré fecha específica para ejecución hasta dicho tiempo en que la apelación es determinada y revisada por la Corte de Apelaciones Criminales de Texas y la directiva apropiada haya sido regresada a esta corte con cualquier directiva que pueda tener la Corte de Apelaciones Criminales de Texas, ¿tiene usted cualquier razón legal que desea ofrecer en cuanto a por qué la corte no deberá pronunciar sentencia formal?”

EL ACUSADO: “No, señor.”


Michael estaba hablando sobre las alegaciones IAC y yo estaba asintiendo con la cabeza, pero lo que yo deseaba hacer – lo que yo necesitaba hacer – era pararlo a media oración y retractar cada una de las cosas que dije acerca de mi persona, auto-gloriándome, darle un tirón a todo eso y regresarlo a mi lado de la división y aventarlo todo en un hoyo y vaciar ácido encima y después enterrarlo, tanto físicamente como en mi memoria. Quería decirles que había estado viendo al Pabellón de la Muerte de la misma forma en que en una vez se me había aconsejado acerca de los ataques de oso: “No debes ser más rápido que el oso”, me dijo el guía, “simplemente tienes que ser más rápido que el tipo que corre junto a ti.” Yo soy más rápido que la mayoría en este lugar, pero repentinamente, en verdad, me di cuenta que había veinte osos para cada uno de nosotros, cien, un millón. En ese minuto, me di cuenta por primera vez en mi vida que realmente no hay redención en ningún lugar, ni jamás ha habido.

LA CORTE: “Está bien. Entonces, en el Procedimiento No. 42,969, el Estado vs. Thomas Bartlett Whitaker, en base a los veredictos recibidos del jurado por la Corte, pronunciado por el jurado en este procedimiento, que es el veredicto del jurado que por unanimidad encuentra que usted es culpable de la ofensa de asesinato capital, como es dado el cargo por parte del Estado en la acusación de este caso, y contestando sus veredictos en forma unánime con un “sí” para el asunto Especial No. 1, contestando en forma unánime con un “si” en el asunto Especial No. 2, y contestando con un “no” en forma unánime en el asunto Especial No. 3, de acuerdo con las provisiones de ley como son promulgadas por la legislatura de Texas y firmada en ley por el Gobernador del Estado de Texas, la Corte, en este momento, en base a estos veredictos, determina, como ley, la sentencia de esta corte y esa sentencia es que usted es culpable de la ofensa de homicidio capital, como sentenciado por el Estado de Texas en la calificación de delito en esta causa, que usted sea castigado de acuerdo con los reglamentos de la ley de Texas; siendo esto, que usted sea sentenciado a muerte.”


Deseaba contarles acerca de las peores partes de mi persona, las partes que uno no muestra a nadie. Deseaba describir las paredes que pongo entre mi persona y otras personas, porque en mi corazón me siento aterrado de que alguien vea quien soy, que tan estúpido, tan bastardo, tan absolutamente mezquino puedo ser. Acerca de cómo, cuándo amigos y familia escriben “te amo” al final de sus cartas, el pensamiento que llega con mayor rapidez a mi mente no es “te amo también”, sino, “¿por qué?” Quería confesar que el edificio completo de erudición que tan orgullosamente había construido frente a ellos realmente estaba hecho solo de cartón, y que se estaban juntando las nubes de lluvia. Es todo solo un mecanismo de defensa, y me defiende de tenerme que ver en una selva de espejos que no me dejan ser. Acerca de cómo, cuando me despierto a las 4:30 a.m. cada mañana para meditar, en ocasiones no me concentro en mi respiración, sino en el latido de mi corazón. Cómo lo sigo por mi cuerpo, pulsando, palpitando, sosteniéndome. Late. Late, Late. Cómo en ocasiones enfoco cada onza de mi energía en simplemente un pensamiento: Deténte. Deténte. Deténte. Hijo de… Maldición. Deja.De.Malgastar.Mi.Maldito.Tiempo.Y.Simplemente. Deja.De.Latir.Ya. DETÉNTE. Pero nunca lo hace, y estoy sintiéndome muy, muy solo e inseguro sobre a dónde se supone debo ir a partir de este punto.

LA CORTE: Bajo las provisiones de la ley de Texas, la sentencia de muerte en Texas es ejecución por medio de inyección letal. En este momento usted será remitido a la custodia del Sheriff del Condado de Fort Bend para ser trasladado a la división apropiada del Departamento de Justicia Criminal de Texas, para ser detenido de acuerdo a la ley hasta que esta apelación sea determinada por la Corte de Apelaciones Criminales de Texas y regresado a esta Corte, y, si el mandato y juicio y sentencia es afirmada, la Corte fijará una fecha de ejecución para llevar a cabo la sentencia de muerte tal y como ha sido pronunciada por esta Corte. La sentencia es, en este caso, formalmente pronunciada. Se me pide que afirme que es el deseo de esta corte que Dios tenga misericordia de su alma, pero es mi deseo personal y sinceramente espero que no la tenga.”

“Sheriff, puede retirarlo.”

(El Acusado es escoltado fuera de la Corte en cadenas).


Soy bueno para recoger los pedazos. Puedo admitir eso sin falta de modestia. Michael y Christine estaban despidiéndose, para ir a ver a su próximo cliente. Les estaba agradeciendo que hayan venido, por creer en nosotros, por dedicar sus vidas en el intento de empujar a esta nación al revesada hacia un concepto más balanceado de justicia, pero realmente lo que estaba pensando era que necesitaban alejarse lo más que pudieran de este lugar, antes que el veneno de este lugar hallara entrada dentro de su buena naturaleza y los transformara en los mismos malditos desinteresados que veo cada día en los cubículos para visita de abogado.

Probablemente ellos nunca volverán a pensar en mí de nuevo; pero yo hubiera muerto por ellos en un instante si hubiera significado que ellos no tendrían que ser infectados por la Depresión de la Pena Capital. Al salir del cubículo, me pregunté si habría algo de mi persona que valiera la pena salvar para cuando el tiempo llegara de poner la aguja en mi brazo.

LA CORTE: Pueden tomar asiento. Damas y caballeros del jurado, en este momento, ha sido completado su deber como jurado. Al comienzo de este juicio, los coloqué bajo un número de instrucciones; entre ellas, que no debían discutir este caso con nadie, ni aún entre ustedes, a solo que los 12 estuvieran en el salón del jurado y deliberando sobre este caso. Ahora voy a liberarlos de estas instrucciones y obligaciones. Están ahora en libertad para discutir este caso con quienes deseen discutirlo. Ahora los voy a dejar ir; sin embargo, voy a pedirles que vuelvan a entrar al salón del jurado por unos cuantos minutos mientras que yo voy y agradezco individualmente a cada uno de ustedes. También habrá pastelitos y ponche para todos los que vinieron. La corte levanta la sesión.


Así que, ¿ahora qué? ¿Es verdaderamente una epifanía una revelación si cambia nada? El universo es igual hoy como lo fue ayer. La misma lógica aplica, las mismas conclusiones siguen siendo verdad. Las mismas mentiras siguen siendo mentiras. Solo que está faltando una mínima clausula de escape Thomas-céntrica, y en el gran esquema de las cosas, es una cosa bastante microscópica: el concepto de una redención personal a través de trabajo duro y dedicación. No me puedo patear lo suficientemente fuerte por haber tardado tanto en poner esta idea a descansar; la idea de necesitar un redentor (familiar u otro) es muy antigua, y fue bien taladrada en mi cabeza desde mis días mozos de la Escuela Dominical. No debe ser cosa tan difícil de perder, pero creo que en cierto nivel, la mayoría de las personas desean ser salvadas de la forma en que sospechan que realmente funciona el universo.

Seguiré haciendo las mismas cosas que hice ayer, seguir viendo al mundo a través del mismo despiadado lente. Solo se involucrará un poco menos de ego, un poco menos de deus ex lo que sea. Cuando verdaderamente uno se hace a un lado, otras personas pareces mucho más importantes, y esa es buena cosa. Durante años he dicho que la vida siempre tenía que ver con ayudarnos mutuamente a sobrellevar esta cosa, y creo que lo creí, pero siempre existió una pequeña cláusula allí que no se especificó: “claro, pero cuídate a ti mismo primero.” Estoy seguro que a mis vecinos no les importará si les pongo más atención a ellos. Dudo que a alguno de ustedes le importaría si yo fuera un poco menos arrogante, aún si esa arrogancia fue mayormente una farsa. Siempre desearé poder deshacer o arreglar todos los males que he causado. O aún mejor, poder explicar lo que pasó sin dañar a demasiadas personas. Me imagino que finalmente estoy enfrentando el hecho de que esto es una hazaña que nunca podré lograr.

Para lectura ligera: En ocasiones desearía ser una LAGARTIJA.


© Copyright 2011 por Thomas Bartlett Whitaker.
Todos los derechos reservados

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